viernes, 23 de agosto de 2013

Paradoja

¿Qué se puede esperar de un mundo ambivalente?
Mucho menos en esta ciudad bipolar
¿Cómo llamar a esto coherente?
Cuando el caos empieza a aflorar
Si no escucho las voces de mi mente
Algo tiene que salir mal

Arquetipos para la vida perfecta
Estereotipos de estética regular
Paradigmas para sistemas nefastos
Esquemas para la gloria alcanzar
¿Y para qué?
Si nada funciona en realidad
Si al fin y al cabo la contradicción nos domina
Asustados en la dicotomía del bien y el mal

Pero estos rumbos no me conciernen
Es lo paradójico a lo que quiero llegar
Al hecho indudable e ineludible
De que no existe bien si no hay mal
No hablo de guerras o hambrunas
Sino del ser en particular
Nada es capaz de hacernos felices
Si no nos puede exterminar

Caminamos viendo hacia el piso
Cuando el cielo queremos alcanzar
Avanzamos siempre hacia delante
Pero sin dejar de mirar atrás
Sentimos miedo ante la alegría
Y reímos al estando solos recordar
Pensamos siempre en el futuro
Siempre con miedo de lo que vendrá

¿Y la felicidad a donde se fue?
¿Qué se hizo el vivir solo por vivir?
Es imposible vivir en claridad
Siempre una sombra nos acompaña
Esa cara que no logramos ver
El siniestro contrario del espejo
Pero ¡ay! El buen Peter Pan
Recuerdo perfecto de mi niñez
Siempre siguiendo su propia sombra
Pues ella le guía a su lugar

Por eso amo la paradoja
Por eso me gusta jugar
A arriesgarme a perder en batalla
O a lo más anhelado ganar
Caminando al revés y al derecho
Entre la sombra y la realidad
Siempre hay ese pequeño espacio
En donde es imposible no apostar
Ese ínfimo momento
Cuando todo empieza a clarear

Y me doy cuenta
Que si camino al revés
También llego
Y mando al carajo al bien y al mal
Deshecho el hecho del riesgo
Y me dedico a naufragar
Para allí, en medio de la nada
No sé lo que puede pasar
Que solo la paradoja me envuelva
Y yo poderla así amar…

Pancho.


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