jueves, 17 de mayo de 2012

Deseo.


Existe todavía una sombra
En la oscuridad de mis sabanas
Tu esencia se niega a partir
Mi delirio no se apacigua

Se embriaga la soledad
El éxtasis busca morir
Mi pecho truena pasión
Mi esqueleto clama tus huesos

No muero, porque tengo pasión
Agonizo en infinito deseo
Tu sudor, ambrosía de mi paraíso
Tus rizos escalera al infierno

Quiero hundirme en el abismo de tus caderas
Quiero vencer el vértigo de tus ojos
Sentir entre mis brazos el crujir de tus huesos
Fracturar tu evasión, florecer tu lujuria.

Exiliado entre tus piernas
Y de allí también exiliado
Sin lugar y sin frontera
Con deseo desencadenado

No tengo miedo a caer
Pues ya aprendí a volar
Tengo miedo de ahogarme
En tus mareas no siempre se puede nadar.

Naufragar es  la respuesta
Perecer en los laberintos de tu cuerpo
Morir envenenado
Por el néctar de tus labios

Deseo clama mi piel
Deseo te nombro en la madrugada
Tu figura espectral en mis brazos
Tu deseo el mayor de mis deseos.

Pancho.

viernes, 4 de mayo de 2012

No me cabe la menor duda.


Están tan llenos mis bolsillos
Que no me cabe la menor duda
¿Cómo habría de caber?
Si no guardo ni siquiera esperanza
Y eso que dicen que la esperanza
Es lo último que se pierde
Yo la perdí hace mucho tiempo
Se me salió de las manos
Pero, si no hay esperanza
¿Por qué no ha de caber una duda?
No alcanza, ya intente guardarla
No pude asegurarla y se voló con seguridad
Y ¿Dónde quedo el espacio
Donde antes guarde estas cosas?
Lo agoté guardando
Otras mucho más importantes
En mis bolsillos metí recuerdos
En mi moral sentimientos
Sobre mi espalda un atado
De tristeza y fatalidad
Y a rastras llevo una carreta
Cargada con mis certezas
Entonces, como se podrá ver
Voy vacio de toda esperanza
No me cabe la menor duda
No estoy dispuesto a abandona mis cosas
Ni venderlas al mejor postor
Solo una bolsita llevo en mi cinturón
Con un puñado de sonrisas
Para cuando llegue el momento
Cambiarlas por un cálido beso. 

Pancho.

jueves, 3 de mayo de 2012

Tal vez.


Me cansa el tiempo,
Me agobia el sueño,
Extraño el olvido,
Anhelo la calma.

Mis espacios se desfiguran,
Mis palabras se tuercen,
Las miradas son ambiguas,
Las presencias incomodas.

El mundo quedo en coma,
No solo las nubes tiñen de gris el cielo,
Los sapos en la noche cantan ahora con tristeza,
Maltrecha la luna ya no sonríe mientras mengua.

Otra vez  es mi piel que no quiere obedecer,
Que quiere sentir otro cuerpo latiendo en un solo ser,
Como esa maldita toz cuando uno empieza a envejecer,
Que se aguanta por costumbre pero no por eso deja de joder.

Ha dejado de llover,
Se aproxima la tormenta,
La medula es la sinrazón,
La columna la caída.

Me basta un solo despertar para saber que todo ha cambiado,
Tal vez sea por eso que el insomnio es quien me abriga,
No encuentro la sutileza para expresar mis motivos,
Ni tampoco la suspicacia para entender lo que escribo,
Tan solo una propuesta le queda a mi pluma cansada,
Un encuadre somnoliento de un mundo que aun brilla.

Tres metros sobre las nubes,
Allí me puedes encontrar,
Si te decides a volar,
Quizá estaré esperando.

Solo sé que estoy cansado,
Que es una propuesta sin caso,
Tal vez no la encuentres o no la aceptes.
Pero tal vez no esté demás una esperanza,
Tal vez tú desates la tormenta,
Tal vez sea tu piel que me brinde la calma,
Y tal vez… ¿Por qué no?
Si me decido a soñar sobre las nubes.
Al despertar te encontraré a mi lado.

Pancho.

miércoles, 2 de mayo de 2012

Tus lunares.


Sueño que vuelvo a la vejez de mis sueños,
Que mis cabellos se han teñido en grises
Y mis sueños al fin se ven en color.
Sueño que recuerdo algo no sucedido.
Un colapso entre dos mundos,
Entre tu mundo y el mío.

Mis arrugas guardan polvo,
Mis dedos ceniza y plomo,
Mi voz aún más ajada,
Y mi sonrisa más gastada.

Tú al contrario pareces inmune al tiempo,
Tus labios son beso en sí mismos,
Tu piel durazno recién nacido,
Y tu cabello… ¡ah! tu cabello,
Hasta en sueños es mi encanto puro.

Te veo y en tus ojos me veo,
Tu tristeza, mi melancolía,
Tu locura, que es la mía,
Abrazos que no se dieron,
Adioses que no se dijeron,
El tiempo lo devasto todo,
Menos este absurdo encuentro.

Sueño que no parece sueño,
Porque hasta en la vejez de mi sueño,
Aun cuando ni en él te esperaba,
Me ataca el miedo de la separación.

Una sola esperanza.
Tus lunares.
Mi vejez y tus lunares.
Esos hermosos lunares que siempre fueron belleza.
Esos hermosos detalles que dicen más de lo que callas.
Los veo, los siento y por poco reviento.
Son ellos mi esperanza,
Son ellos la supervivencia de este sueño.

Pues una extraña sensación me dice,
Que si tus lunares encuentran los míos,
Y se pierden juntos y absortos,
Como un rio que se acaba de desbordar.
Los recuerdos no serán ficticios.
Y mi vejez no será desconsuelo.
Seremos lo que nunca fuimos.
Nos fundiremos entre tus caderas.
Y volveremos a nacer.

Solo con esa esperanza dejo de lado mi vejez,
Despierto de este sueño anhelado,
Con un solo pensamiento a mi mente anclado,
Tus lunares,
Que me caiga la vejes y el mundo encima,
Pero que cuando llegue aquel día,
Pueda encontrar tus lunares.

Pancho.