martes, 28 de febrero de 2012

Pureza.

Imaginaría y pintaría un universo inverso y paralelo para así darte los besos que te debo, y tan solo así con una sutileza atrevida de mi voz acariciar la tenue sonrisa que te abriga.

Amarte y desamarte para al día siguiente enamorarte quizá si cerramos un momento los ojos te darías cuenta que sin vernos aun nos sentimos.

Yo no tengo miedo de decirte lo que pienso porque sé que te emociona el hecho de saber que somos uno solo en varios momentos.

No quiero perder el brillo de tus ojos no quiero perder el aroma en tu cuerpo tan solo ven mírame y muérdeme el cuello, bésame con el sinsabor de tus labios háblame con la dulzura de tu boca siénteme como siempre me has sentido ámame y guárdame desde siempre y para siempre.

Camina conmigo sigue mi paso sigue mi vuelo porque es a ti a quien entrego todo de mí el resto de mi las ganas de mi…

Andre Larco.

Licantropía.

Aullidos a la luna le sobran a la historia.
De lobos sin manada echados a la tristeza.
Con hombres que solo a oscuras enseñan sus dientes.
Extrañando tus caricias en sus sabanas calientes.
Histeria de noche clara, frenesí de sangre.
De esa sangre que reclama tu lejanía vibrante.
Como no transformarme? Como dejar de amarte?
Si solo aquel que no tenga ojos podría dejar de mirarte.
Encuentro el sentido de mi ira en mi devoción por ti.
Voy a seguir buscando la forma de tenerte junto a mí.
Pues no me basta cuando más brillas asomarme para verte.
Deseo susurrarte al oído y en carne propia poder tenerte.
Tocar tu pálido cuerpo en las estrellas encerrado.
Brindarte mi cuerpo viejo de perro abandonado.
Pero entre tanto he de seguirte cantando.
Cada vez que te encuentre afuera me escucharas suplicando.
Esperando aquella noche sin pesar ni quebranto.
Cuando finalmente me regales tu lúgubre encanto.

Pancho.

lunes, 27 de febrero de 2012

Desamor y locura. (déjame volar con mi revolver)


Dejarte volar con mis suspiros,
Respirarte cada instante,
Cada memoria y cada orgasmo,
Dejar caer el cielo,
Malgastar cada tormenta,
Eres tú y la lluvia,
El despegar del instinto,
Cada pétalo de viento,
Cada mundo y cada guerra.


Nubes  y caminos,
Oscuras dimensiones,
Inalcanzables y efímeras,
Cargadas de torturas,
Pintadas de ataduras,
Dime,
Dime cuanto esperas,
Cuando explotas,
Como reencarnas cada noche.

Deje pasar un corazón,
Encadenado a tu silueta,
Deje escapar millones de lisonjas,
Volví al mundo de los muertos,
Entre sangre y ruinas mis locuras,
Entre nubes comerte el corazón,
Y entrar al fin de la noche,
Deshojar tu vientre en mis delitos,
Cada estrella un paisaje,
Minutos,
Ansiedad,
Desapego y olvido.

Mañana es mañana,
Y nunca es olvidarme,
Mis besos de cemento,
Mi abismo en tu entrepierna.
Mis rezos en tu pecho,
Canciones de infinito,
Un beso,
Nada mas que un beso,
Manjar de los eternos,
Tus labios,
El cielo en el infierno,
Mi infierno,
Cada lagrima en tu nombre.

Marlon M.


miércoles, 22 de febrero de 2012

Nubes y kuchillas


Muerde el silencio,
Oscuro y tímido,
Frágil,
Distante,
Nunca se siente,
Nunca se dibuja el manto.

Oculta  el desencanto en tus caricias,
Y cada canción en mis sospechas,
De marrón,
De gris y marrón tus esperanzas.

Existes???
Sueñas??
Galopas en mis miedos,
Gobiernas mis locuras,
Poderosa,
Sublime y poderosa,
En mis batallas,
En mis besos,
En la nada,
Voluntad y tierra fértil.

Mañana no habrá nada,
Nada habrá nunca,
Solo las miradas,
Solo agujas y miradas,
Un millón de ganas en tu pelo,
Un millón de días pa morir.

Orgullo y miedo,
Recuerdo y morbo,
Angustia de tener un alma y no soltarla,
Pasear por el jardín de las estrellas,
Dejar cada mañana mis delirios,
Buscarte en cada olvido,
En cada espacio,
En cada,
En nada.

Y préstame tus alas,
Volare por negras tierras,
Por cobardes estaciones,
Por cada murmullo,
Inmenso,
Volátil y cerrado,
No se siente,
No se hunde en el reflejo,
 No se altera,
 No muere.

Hoy será hoy
Mañana los delitos,
Cada madrugada un secreto,
Cada abismo una esperanza,
Cada amor y cada golpe,
Un beso desesperado,
Una mirada al desquicio,
Salto,
Disparo y salto,
Cadáveres y golondrinas,
Besos,
Caricias y disparos,
Tumbas y arcoíris,
Tu y yo.


Marlon M.

martes, 21 de febrero de 2012

Pasión y colapso silencioso.

Cien y otra noche en vela.
Para confundir en tu estela la espera.
Del fortuito y violento despertar.
De tus venas a punto de colapsar.
Entre alcohólicas y presurosas confesiones.

Que al amanecer se convertirán en maldiciones.
De aquel hombro en el que no pudiste despertar.
De ese mismo que ha empezado a  naufragar.
Entre tu sincera embriaguez y tu lógica al revés.
Pensando que hoy ha ganado y mañana perderá otra vez.

Pues de vez en vez tu sueño se aleja.
Y con cada una su sabana añeja.
De su añoranza el último sudor.
De aquella que no obtuvo su dolor.
Sino una sonrisa a medias.

Una de las pocas alegrías.
Que una noche sin ilusión.
Se tornó entre pasión.
Por descubrir en esos labios lejanos.
La leve caricia que ofrecieron callados.

Pancho.

domingo, 12 de febrero de 2012

Granizo.

Con el franco descubierto,
El sudor disfrazado de invierno,
La cara casi aguacero,
Y a la espalda sosiego,
Se disparata la alcoholemia,
En busca de un dios de alquimia,
Que transforme lo oscuro en claro,
A la noche dándole paro con la absurda luz de una faro,
Para creer que lo ha logrado y al fin cambiar de color,
Pues sabe bien que no es lo mismo poder ver la rosa completa, que solo sentir su olor.
Ha de preguntarse qué ha hecho, fue tan terrible el pecado?
Si ningún mal ha procurado pero su castigo ya fue dictado.
O acaso es su propio fallo? Es el culpable de su dolor?
Por haber cambiado una rosa negra después de sentir su calor.
Por un lirio de azul color que solo habita en su pecho,
Si solo quiere oír su canto durmiendo en su triste lecho.

Granizo al amanecer su piel será
La tarde sus hojas barrerá.
El otoño pronto se hará presente
Y quien hoy ha buscado un color, mañana se hallara ausente…

Pancho.

sábado, 11 de febrero de 2012

Anhelante.

En mi oscuro y solitario mundo, el de mi habitación, donde no me apetece dormir pues me sobra el colchón. Veo desenredarse los hilos, tomando forma de nada, forma de esa absurda combinación entre destino y casualidad, esa precaria masa viscosa que algunos llaman recuerdos. Y los sueños que tuve, los que ya casi he olvidado, aquellos que me movieron y que ahora yacen colgados en un perchero junto a mi sombrero, sombrero como ellos, de mis días de viajero, sombrero de ala ancha para volar siempre al cielo. Hoy estamos todos quietos, expectantes de un suceso que si  ya se hadado, nadie lo tomo en cuenta y si todavía no, a nadie le va a importar. Pues el tiempo se ha agotado, el mundo cerro ya sus puertas, las aventuras fueron narradas, elogiadas, aceptadas y tristemente olvidadas. Así es como de apoco en los ojos lagrimeantes en los que brillaron alegría e ilusión; ahora la mirada es esquiva y solo resta en ellos costumbre, la misma maldita costumbre que me confina a este oscuro rincón. Queda ya muy poco que decir cuando se ha gritado al viento todo, tal vez sea momento de empezar a escuchar esas voces que tanto aquejan mis sentidos y me hacen perder la razón, quizá su respuesta sea correcta, quizá acierte por vez primera al repetir una oración “no vale la pena aceptar la muerte si no vuelves primero a nacer” pero tal vez, y solo tal vez, a mi pluma le quede tinta, tal vez que de una oportunidad. Si solo noche tras noche espero una noche más, tal vez una de esa noches el humo se disperse, los ojos vuelvan a brillar, y en mi colchón apetezca dormir faltando espacio para nosotros dos…

Pancho.