martes, 28 de febrero de 2012

Licantropía.

Aullidos a la luna le sobran a la historia.
De lobos sin manada echados a la tristeza.
Con hombres que solo a oscuras enseñan sus dientes.
Extrañando tus caricias en sus sabanas calientes.
Histeria de noche clara, frenesí de sangre.
De esa sangre que reclama tu lejanía vibrante.
Como no transformarme? Como dejar de amarte?
Si solo aquel que no tenga ojos podría dejar de mirarte.
Encuentro el sentido de mi ira en mi devoción por ti.
Voy a seguir buscando la forma de tenerte junto a mí.
Pues no me basta cuando más brillas asomarme para verte.
Deseo susurrarte al oído y en carne propia poder tenerte.
Tocar tu pálido cuerpo en las estrellas encerrado.
Brindarte mi cuerpo viejo de perro abandonado.
Pero entre tanto he de seguirte cantando.
Cada vez que te encuentre afuera me escucharas suplicando.
Esperando aquella noche sin pesar ni quebranto.
Cuando finalmente me regales tu lúgubre encanto.

Pancho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario