martes, 9 de abril de 2013

¡Qué locura!


Me pregunto el señor
Elegante con traje y corbata
Barba bien cortada y sonrisa fingida
¿Es usted el que se autoproclama loco?
Si ese soy yo, respondí serenamente
Tomó asiento muy descarado y me preguntó
¿Cómo sabe usted que está loco?
Y ¿Cómo sabe usted que esta cuerdo? Le pregunté
Pues porque estoy cuerdo o es ¿qué no lo ve?
Y yo estoy loco o es ¿qué se le escapa?
Créame a mí no se me escapa detalle
No señor eso lo veo, lleva usted muy buen talle
Si acaso se le escapará la perspicacia
No entiendo de qué habla, dijo el del terno.
¿No ha dicho usted que no se le escapa el talle?
Detalle ignorante.
Pues yo lo veía de talle y aparte conocedor
Pero si usted lo dice pues allá usted.
¿Qué?
¿Qué de qué? Mire señor sea claro.
¿Claro? Pero si no puedo ser más claro.
La verdad si podría, no será moreno pero blanco tampoco es
¿De qué está usted hablando?
Pues de lo claro que es usted
Y usted es entonces un charlatán
Que gusta de tomarle el pelo a la gente decente como yo
Lo de charlatán no se lo niego señor, me encanta la charla
Pero lo de tomarle el pelo….
Las artes de la peluquería jamás me han llamado la atención
Ni a la gente de Cente ni de ninguna otra parte
La verdad es que el pelo grasoso como el suyo
Me asquea un poco.
¡No le entiendo una palabra!
¿No habla usted español mi estimado?
Por supuesto que hablo español, sino ¿en qué idioma me he estado expresando?
Como ha dicho que no entendía una palabra
Pues pensé que tal vez estaría interesado en continuar la conversación en otro idioma
No le entiendo señor no por su idioma sino porque no dice usted nada.
Al contrario, usted mismo ha dicho que soy muy charlón.
He dicho charlatán…
¿Qué acaso no es lo mismo?
Pues no señor…
Entonces ¿Qué es un charlón?
El que habla mucho…
Y el ¿charlatán?
El que habla sin fundamentos
¡Ah! Ya veo entonces él lo mismo ¿verdad?
Pues no ¿qué no entiende usted nada?
Déjeme decirle que de nada entiendo bastante
¿Cómo que entiende bastante de nada?
Por supuesto señor…
Yo soy un experto en nada, casi un nadólogo.
Pregunte usted, que de nada yo he de responder
Veamos… ¿De qué se compone la nada?
De nada…
¿Qué clase de respuesta es esa?
Pues es de la clase predicha….
Yo le he dicho. Pregunte usted que “de nada” he de responder
Y “de nada” he respondido…
Pero en ese caso no ha respondido nada…
Exactamente… ¿se da cuenta como de nada se mucho?
¡Qué locura!
Pues nada
¿Nada qué?
Nada lo cura
Si algo lo curaría
Ya me hubieran curado
Menos mal nada locura
Si no nadase tal vez agarrarían en el agua
Pero nada, y !como nada!
Nada locura nada, nada lejos
Nada lejos, siempre cerca
Aquí mismo, en mí
Señor déjeme decirle que está usted loco
Permítame usted decirle que se lo dije desde un principio.
Pero no me ha creído.
Creo que tan solo he perdido el tiempo.
No se absurdo mi señor ¿cómo va a perder el tiempo?
¿Acaso alguna vez lo ha tenido?
Pues depende la hora
Entonces es usted quien se ha perdido.
¿Por qué estaría yo perdido?
Me dice que depende la hora.
Si depende el ahora o la hora
La hora siempre es el ahora
Por lo tanto un ahora no puede estar perdido
Pero creo que ahora usted está bien perdido
Pero el tiempo no se pierde…
Si acaso de cuando en cuando se lo encuentra.
Como cunado uno dice “es tiempo”
Puff tiempo hallado.
Mas nunca se lo guarda, ni se lo pierde.
¡Qué locura!
Hombre que nada lo cura…
Ya se lo ha dicho ¿Acaso es usted sordo?
No solo estoy confundido…
Qué bien, qué bien…
La confusión siempre está cerquita del acierto.
¿Qué acierto podría tener yo de esta confusión?
Pues fácil…
Podría tener a cierto tipo de conversación que nunca ha tenido antes.
Es usted un loco…
Otra vez con lo evidente,
Hombre ya olvide eso, no ve usted que del acierto puede volver la confusión…
Ahora estoy más confundido…
No señor ya no está confundido…
Lo que pasa es que se está volviendo loco…
¡Loco yo!
Por supuesto mi señor usted se acaba de volver loco….
¡Qué locura!
Nada lo cura amigo mío…
Nada lo cura…

Pancho.

jueves, 4 de abril de 2013

Un sueño


Un sueño, quizá uno roto…
Una eternidad que duró un segundo…
A duras penas una ligera conversación…
Ahora recuerdo, revivo, anhelo…
Tan solo el instante, tan solo el minuto…

Lejano ya… tardío quizá…
Pero es presente, es hoy…
Porque la memoria es el hoy de la locura…
Y la locura es la conciencia de mí ser…
Y hoy es aquel sueño…

Que sonrisa tan sincera, pensé…
 ¿Cuánto hará de esa sonrisa?
Que mirada tan exacta, me dije…
Y esa mirada jamás huyo..
Aún está aquí, aun cuando no estoy soñando…

Distancias, tiempos, lejanías…
No se distinguirlas bien…
Es bastante irregular el reloj…
Es demasiado vasto el suelo…
Es demasiado pequeño el corazón…
Todo está siempre en el corazón…

Me arranca la noche una sonrisa…
La realidad irreal me atrapa…
Un sueño, quizá uno roto…
Pero es un sueño…
Uno que quiero volver a soñar…

Pancho.