lunes, 28 de octubre de 2013

Mis ojos en los tuyos

Un solo momentito
A ver si puedo entenderlo
Que ha pasado ya de vicio
Y del absurdo silencio
Para dar paso al susurro
De las voces en el viento
Al caudal de la armonía
Y a la pasión del lecho

Le sobró reloj al tiempo
Para arrancar las telarañas
Barrer el espacio en desuso
Donde habitaba el calor
Torciendo el camino encontramos
A tiro de piedra el sendero
De espinas y rosas humeantes
De tanto haber esperado
Difuso laberinto errante
Para empezar a buscar
Más las brumas llevaban a cabo
Su plan para la luz elevar

Frente a frente
Codo a codo
Soledad con otra soledad
La diferencia encontraba algún modo
Del concilio enmascarar
Miedo, que sin miedo no hay gloria
Miedo de despertar
Bañados en el frio sudor
De otro cuerpo no hallar
Desesperanza que se convierte en canto
Y de repente el palpitar
De aquel capullo olvidado
Que su flor empieza a mostrar

Vuela el sol hacia la noche
Y nunca la puede alcanzar
Más no deja de volar
Pues no la puede olvidar
Así corrían los segundos
En frascos de eternidad
Embalsamados difuntos
Que ya jamás se irán
En guardia el destino celoso
Q quien solo le gusta ganar
No pudo detener el caos
Que estaba por estallar

Y de repente surgió así
Las campanas doblaron su luto
El ataúd enterrado quedó
Con un cuerpo lacrado de olvido
Moría así el propio engaño
Ese que un día reinó
Para dar paso al nacimiento
De un deseo puesto en flor
De azul se tiño el campo
De versos el viento inundo
Y mis ojos en los tuyos
Supieron al fin quien soy…

Pancho. 

sábado, 26 de octubre de 2013

Utopías y guerras

Colores intrigantes que seducen a los versos,
son noches que despliegan calores, egos y universos,
sabores que pretenden desnudar la furia incontenible,
sabrás que nos tuvimos cuando cese el fuego indestructible.

Y nos disolvemos junto al tiempo,
y nos convertimos en espacio y viento,
caer inevitablemente entre tus males,
saber que me desquicio interpretando las señales.

Naturaleza humana,
involuciones armadas,
retrocesos,
larga espera,
mala esperma,
rabia y odio,
despertar en guerra,
futuro de la tierra.

Relojes uniformes aluminosos funcionan,
marcando el retroceso de voces que no emocionan,
cadáveres buscan abrigo y paz en el infierno,
pecados y lúgubres formas de auto gobierno.

El hambre no discute de amor con las entrañas,
el odio se convierte en valor si no se llevan armas,
cada paso es un instante para atarme a lo prohibido,
cada vida otro portal a lo desconocido.

Y jugaremos a ser dolor sin dolor,
y nos reiremos así de todo lo peor,
caminaremos de la mano hacia el abismo,
nos dejaremos llevar así por este libre activismo.

Desataremos las cadenas del "progreso"
dibujaremos libertad en cada preso,
cada pedrada y cada grito tendrán alma,
cada gota de sangre que se derrame sera calma.

Marlon Mendieta.







lunes, 21 de octubre de 2013

poesía era amor

detrás de aquel escombro mi sonrisa,
envuelta en un cristal casi perfecto,
dispuesta a desgastar las esperanzas.
se esconde en el disfraz de lo obsoleto.

y seré sol en tus desiertos,
y si amanezco muero en versos,
y si me pierdo soy un toro,
y si despierto escupo todo.

no disperses la inquietud de tu sonrisa,
no desaparezcas cada noche,
un rayo de luz en tus pinceles,
y un amanecer junto a tus restos.

y seré mar en tus suicidios,
con cada verso que asesines,
y seré espectro en tu violencia,
si me miras,
si no enciendes la razón,
si no me tocas,
si no acribillas mis ideas locas.

un espejo nos delata el alma,
un infierno nos robo el valor,
un intento de sonrisa, un viento,
un extraño dibujando el sol.

no distingo entre dolor y furia,
me disperso si te siento en mi,
las miradas no esconden ni atan,
las caricias no  dicen amor.

no divulgues que detengo el tiempo,
no arrebates el odio a aquella vos,
no te arrojes a los buitres,
no me beses sin besar mi vos.

y te espero en cada sombra,
en cada imagen tus labios,
en cada charla,
en cada intento de decir que pasa,
en cada casa, en cada olor.
en cada sensación de horror.

intacto un corazón,
intactos sus latidos,
vive y canta,
nunca se cansa,
inerte en mis labios,
por morder los tuyos va,
deseando recoger tu llanto,
atado a percibir tu encanto,
me atas,
me disuelves,
me miras,
no me temes...


Marlon Mendieta.



sábado, 19 de octubre de 2013

Un último beso

Una sombra recorre las avenidas de la ciudad y la figura de una mujer la sigue de cerca, tratando de atraparla pero es más rápida que ella.

Sus pies pequeños y esbeltas piernas, caderas anchas y abdomen firme, senos pequeños hombros estrechos y delgado cuello que era ocultado por una larga cabellera negra que acariciaba su espalda casi por completo. Su rostro estaba oculto por la noche, protegido de los ojos que la recorrían ansiosamente.

Un hombre de dudosa moral estaba de pie arrimado a un poste en una esquina, vestido de negro de pies a cabeza, sus botas, pantalón camisa de botones una gabardina que llegaba hasta sus rodillas y pese a que era media noche un sombrero que no dejaba ver su rostro. Sus brazos cruzados a la altura de su pecho y el humo de un cigarrillo salía despedido al viento. Sus dedos se movían constantemente, parecía un depredador asechando a su presa. Metió su mano derecha en un bolsillo y saco una moneda, con la que jugaba, pasándola por sus dedos como un apostador.

Justo en momento en que estaba por acabar de fumar y retirarse frustrado, la vio. Sus pasos apurados y nerviosos llamaron su atención. Un nuevo cigarrillo se prendía en la noche mientras contemplaba. La joven se detuvo frente a él solo la calle los separaba sus miradas se encontraron y ella bajo la cabeza antes de empezar a caminar más rápido, casi corriendo.
Una moneda se guardó en un bolsillo y el salió caminando atrás de ella, parecía que no había mas habitantes en aquella ciudad, todo estaba desierto, abandonado, solo el viento era testigo de aquel suceso, la distancia era más corta con cada paso. Las piernas cortas de aquella pequeña joven no se comparaban con las largas piernas de aquel hombre alto que la perseguía… riéndose y disfrutando sus pensamientos.

Llegaron a una esquina y ella giro a la derecha, en ese momento salió corriendo frenéticamente, no tenía ningún destino solo buscaba poner distancia entre los dos. El hombre la miro, soltó una carcajada y en cuestión de segundos la tenía atrapada, su mano cerrada en el brazo izquierdo de la joven la apretaba con tal fuerza que ella soltó un alarido. Nadie respondió al grito.

Él la amarco con facilidad, parecía que no pesaba nada, ella se sacudía pero no podía soltarse. A pocos pasos de donde se encontraban había un callejón oscuro. En ese lugar la soltó y la contemplo un segundo antes de abalanzarse sobre ella. Su impulso sexual lo dominaba por completo intento arrancarle la blusa pero no fue la media luna de sus pechos con lo que se encontró.

El reflejo de la luna llego desde el piso hasta los ojos del hombre, quien quedo estático en un segundo que duraría una eternidad, en el costado de su vientre un dolor lo había paralizado y lo llevaba al piso. La mujer no se encontraba asustada, sonreía frente a él, una sonrisa fría y cruel se dibujaba en sus finos labios. Su mano derecha estaba en contacto con el costado del hombre y la giraba sin soltar lo que agarraba, lenta y firmemente hasta que la retiro en un movimiento limpio.

Las manos del hombre se encontraron con el suelo para sostenerlo, el dolor era demasiado agudo. Sintió como le alaban del cabello y fue obligado a ver a su verdugo a los ojos…

Un beso se depositó en sus labios, un regalo de amor y la hoja de un cuchillo cortaban su cuello de lado a lado. Lo soltaron su cara beso el pavimento el frio viento lo cobijo mientras su sangre abandonaba su cuello formando un charco a su alrededor, al mismo tiempo la vida lo dejaba, había perdido su apuesta y esta era la consecuencia.


Una mano entro en su bolsillo y saco una moneda que se paseaba en los dedos de otra persona. Los cortos y delgados dedos de una mujer que guardaba un cuchillo, no se notaba pues estaba bien acomodado a un costado de vientre. Una sonrisa se dibujaba en sus labios esta vez de satisfacción pues había conseguido lo que salió a buscar en aquella noche fría. El último beso que pueda dar un hombre.

viernes, 11 de octubre de 2013

Así nació el desafío

Se rieron los dioses de mí
Cuando les dije
Que me importa un bledo
Su voluntad, su poder,
Su estúpido invento
Ese del destino
Sus ganas de hacer de mí
Lo que ellos habían planeado
Mire sus ojos
Analice cada carcajada
Su seguridad me inflamó
Y mi sonrisa fluyó
Así nació el desafío

Mi camino es solo mío
Si solo he de andar
Pues solo, resisto
Si solo lucho
Pues solo, venzo
Y si tropiezo me levanto

¿Piedras en el camino?
¡Qué divertido!
¿Muros resguardando reinos?
Más razón para avanzar
Gente destrozando gente
Solo me hizo más tenaz
Los amigos que traicionan
Me enseñaron a desconfiar
Solo en mi camino
Pero si lucho no hay soledad
Derrotas en el combate
Para aprender a perseverar
Las lágrimas derramadas
Para mis heridas lavar
Y el alma que ya maltrecha
Al fin aprendí a cuidar

Terrible error cometieron
Cuando de sueños me dotaron
Pues no logro someterlos
Mucho menos olvidarlos
Mi brújula la utopía
Mi escudo la alegría
Mis armas solo el crear
Y mil historias por contar
Un objetivo claro
Para eso hacharse a caminar
Cuésteme lo que me cueste
Esos sueños alcanzar

Sus obstáculos los burlo
De sus ataques sano
En su destino tropiezo
Solo cunado por mi camino va
Sus altares me dan igual
Sus señales en vano llegarán
Su convicción de verme vencido
Se los digo bien claro
Aunque nada pierden con intentar
¡No lo van a lograr!

Así quiero ver sus rostros
Cuando me vean llegar
Solo por mi camino
Por el que me dio la gana caminar
¿Sonreirán una vez más?
Cuando del fango me levante
Cuando una sonrisa esboce
Cuando su ruina no me alcance
O seré yo el que celebre
De lo que me quisieron arrevatar 
De lo que intentaron y no pudieron
Y jamás me lo van a quitar
Y pues si lo celebro
Porque no he llegado al final
Puede que esté muy lejos
Pero se que lo voy a alcanzar 
Porque nunca me até a sus reglas
Porque no doy marcha hacia atrás
Porque tengo la mejor compañera
Mi siempre amada libertad…

Pancho. 

viernes, 4 de octubre de 2013

Tardes grises y tu

justo cuando pensaba que había encontrado,
después de lo difícil que fue admitir que te buscaba,
detrás de las cortinas de mis supuestos ideales,
de mi rebelde e irreverente caratula,
llena de adornos que tome de todo aquello que me pareció admirable.

Detrás del escenario,
donde se escuchan los diálogos de teatro pausadamente pensados en un intento de realidad,
allí esta esa idea,
una idea que había pensado no existía,
o mas bien,
que había deseado no existiera,
pero existió,
y la abrace junto a mis esquivos recuerdos de terroríficas tardes grises y esquivos recuerdos.

No sabes cuanto me costo aceptarlo,
aun peor entenderlo,
y ahora no estas,
quien sabe si algún día estuviste.

Mientras veo la descuidada puerta que cruza hacia aquellos paraísos de lo irremediablemente triste,
me pregunto si vale la pena entrar,
por que tu,
aquí y ahora,
ya no estas.

Olvido







miércoles, 2 de octubre de 2013

Tan solo teatro

Así, mientras cae el telón
La obra ya finalizada
Los desdeñados actores
Ni siquiera se detienen a pensar
El fracaso es evidente
La actuación estuvo terrible
El público abucheaba
Y el director reclamaba
Pero los actores
Los actores ya estaban perdidos

Las máscaras en el suelo
Los trajes desaparecen
El teatro ya vacío
La realidad que inunda el alma
Calma, maldita calma de la vida
La breve visión de su compañero
Le entrega el recuerdo cercano
Ya no están las tablas
Ya no debe actuar
No es más que un desconocido
Que se pierde en la ciudad

Quizá sea el fracaso lo que cala
Tal vez solo el desdén
O solo esa pésima postura
Que a fuerza de ensayo
Se acostumbró a ver en él
La cuestión es
Que como en cada caso
En cada obra
No podrá borrarlo

Esta ciudad no es muy grande
Y el teatro es un arte olvidado
Los actores ya no abundan
Existe la posibilidad
Podría volverlo a ver
Aunque será en otro escenario
Serán otros sus personajes
Y diferente tendrán que actuar
Nunca ha sido esto realidad
Y si vuelve a ser
Pues volverá a ser tan solo lo que fue
Tan solo teatro…

Pancho.

Y pensar

Y pensar que con una mirada,
con una palabra,
o un mensaje sin esfuerzo,
mi respiración queda anulada.

Y pensar que si te siento cerca,
mi corazón necesita refuerzo,
para no rendirse ante tu piel macabra.

Y pensar… que ese “te quiero”,
extingue por completo mi esencia,
y en tu voz quedo prisionero.

Y pensar que mi vida, es tu presencia,
y yo sólo esa sombra… ¡ya apagada!

Que te diera aquel <<todo>>
aunque me despierte en la nada.

Pero prefiero aquella nada,
sabes...

Cuan punzante es el filo del desprecio
con el que me desangras,
y allá en esa nada de tu olvido
solo repitiera en incansable coyuntura:

y pensar que, y pensar que,
y pensar que…

Aún sabiendo que me consume la amargura,
del <<pensar que>>... la que de tu lado me separa,

ya me he ido…
A la estelar y oscura bóveda.

Aquí espero que en la sangre,
la nocturna dama se lleve también mi alma,
que se pudra con mi cuerpo...

Y que aún me embriague el veneno, en que tu amor se tornaba;

Que no quede viva una sola célula,
y ni siquiera un recuerdo…
ése infame, que se escabulle señuelo.

Que todo sea como un acuerdo,
firmado con mi sangre en tu pañuelo...

Pues mientras me destierras al mortuorio frío
te seguiré susurrando al oído…

Y pensar que no pedía nada,
Y pensar en las sonrisas y en los enfados
Y pensar en los momentos y en los sueños colapsados
Y pensar que te quería, que te adoraba,
Y pensar todo lo que yo pensaba;

Más aún...
Y pensar que sólo yo lo pensaba...

Y pensar
Sólo pensar….


J.L.N.S

La muerta en vida

Y volverá la luna,
A llenar de recuerdos
Aquella mente confundida,
A iniciar una chispa,
En aquellos labios que dejaron de sentir,
Y en aquellos ojos que dejaron de cerrarse,
También para sentir.
Y volverá el lamento de la noche
A gritar en el silencio,
La desolación.
pero también volverá la mirada ingrata,
A exaltar un corazón,
Inerte ya.
Volverá la malvada mano, cariñosa,
A acariciar una helada piel
Para hacerla revivir
Y las perversas intenciones, tal vez
Tal vez, se oculten en cálidas palabras
La volverá de ultratumba
En dónde ha dormido por años,
Hará sentir vida en sus muertos nervios
Hará sentir cosquilleo en su atrofiado abdomen
Hará vibrar cada estructura de su oído,
Putrefacto,
Cansado de oír las mismas palabras,
Vacías,
Pero esta vez la chispa, es diferente,
La hará vivir,
Sólo para matarla una vez más
Su amor es como el veneno,
Que corre caliente por cada fibra de su ser,
Solo para matarla otra vez,
Y una vez más le acariciará la lágrima,
Aquella de cristal,
Que corta su fino rostro y se combina,
Con la sangre coagulada ya
De la muerta en vida.
Y la luna mirará otra vez,
Por aquella ventana
Y volverá a ser silente testigo
De sus asesinatos y suicidios,
Y volverá a destellar su luz
En esos ojos cristalizados,
Que divagan, perdidos,
Carentes de sentido, en busca de la chispa,

Que otra vez se le olvidó sentir.


J.L.N.S

Y vi en esa mirada

Y lo que no vi en ninguna otra,
que haya visto antes,
y despertó en mi
lo que creía muerto.
Y me impulsó a la lucha,
hasta agotar mis fuerzas
pero al final,
esa lucha no es mía...

J.L.N.S