martes, 17 de septiembre de 2013

Tu vida y la mía

Aquellos lejanos acordes
Recuerdos de mi niñez
Que en tus labios me adormecían
Y en tus cristalinos ojos cobraban sentido
Son esos acordes
Que siempre me han acompañado
Son tus palabras al viento
Que nunca se apartaron de mí…

Hoy tan lejanos esos días,
Yo, nunca frágil si estaba en tu regazo
Tú, siempre con fuerza ajena
Para no dejarme caer
Y un día…
Aun lo recuerdo, todavía pesa…
Me tuve que despedir…
Ese abrazo aun tan infante
Una caricia suplicante
Y un beso que no fue adiós…

Así tuvimos que crecer
Tan lejanos como juntos
Tan distantes y abrazados
Aprendimos a soñarnos
Para poder estar más cerca
Y solo así al despertar…
Sabíamos cómo seguir andando…

Tú caíste mil veces
Y sola aprendiste a levantarte…
Yo caí, si…
Pero siempre tuve tu mano
A la cual aferrarme…

Y ese adiós que un día dijimos
Finalmente se rompió….
Fuimos dos desconocidos
En un abrazo estupefacto
Todo había cambiado…
Ya no existían las canciones de cuna
Pero ese breve contacto
Esa caricia tan anhelada
Y ese beso de resurrección…
Nos devolvió el uno al otro
Y sique siendo así…

Y aunque es verdad…
No puedo evitar que mis lagrimas
Salgan aun en cada despedida
Preguntarme ¿Cuánto debemos esperar?
Ya no eres lejana…
Ya nos somos ajenos
Ni desconocidos…
Ahora te siento siempre cerca
Y sé que no debería despedirme
Pues aunque estés de mi apartada
Siempre siento tu abrazo
Siempre me siento protegido
Bajo el cobijo de tus ángeles
Esos que no me dejan perecer
Porque con ellos siempre estás tú…

Y por eso…
Hoy no me despido
Hoy solo digo gracias
Porque siempre agradeceré
Tenerte siempre conmigo…

Pancho.

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