Tu dictamen ha sido prohibirme las caricias,
evitar el ritual,
evitar el ritual,
La batalla en donde luchamos sin encontrar al vencedor.
Una mezcla de sudor y lágrimas
Decidió quitarnos el antifaz de los amantes,
Tú temblando me entregaste el alma,
Yo deje mi corazón bajo la almohada.
Ahora estoy cansado de matar los días,
De guardar el cadáver del tiempo en mi cajón.
He olvidado el sabor de tu piel,
Pero tu olor me recuerda que estas ahí,
Que nunca te fuiste,
Que soy yo el que me he perdido,
Que el amor aún no ha escapado,
Que tus ojos todavía me hablan y si reviso,
Encuentro tu alma donde la deje la última noche.
Sabrás que a pesar de no sentirlo
Mi corazón sigue debajo de tu almohada palpitando,
Cuidándote los sueños.
Marlon Mendieta
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