Hoy
tan lejanos,
Tan
absurdos,
Sin
rostro.
¿Cómo
vernos?
¿Cómo
expresarnos?
¿Cómo
callar todo aquello que decimos
Sin
siquiera sentirnos?
Cenizos
pétalos marchitos
De
rosas que un día fueron azules
Tallos
con espinas rotas
Que
ya no encuentran su propia flor
¿Raíces?
No,
ya no existen las raíces.
Los
cimientos fueron aplacados,
El
peñasco avanza despiadado e impertinente,
Mi
casa a punto de caer,
Ataque
directo a la base,
Base
que nunca fue base,
Base
que creyó ser una base,
Pero
que en realidad nunca estuvo en pie.
¿Raíces?
Ja, ja,
Que
graciosas suenan las raíces,
Solo
aparecimos ya florecidos,
Florecidos
y cortados,
Ornamentales
solamente.
Si
alguna vez existieron,
No
recuerdo las raíces.
¿Raíces?
Ja, ja raíces…
Hoy
no queda ni el florero,
Ni
la sensación del pasado,
Ya
no queda ni un solo recuerdo claro,
Solamente
la estadía,
La
inevitable coincidencia,
Un
papel que cayó de un libro en mis manos,
Y
me hizo pensar en las raíces.
Un
paso más hacia el olvido,
Un
recuerdo ya gastado.
Tan
marchita esta tu rosa como mi crisantemo.
No
volveremos a envejecer dentro de un mismo florero.
Cristales
rotos es esta historia.
Crujientes,
brillantes, filosos, hirientes.
Derramados
en el piso.
Tal
vez junto a las raíces.
Pancho.
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