lunes, 30 de abril de 2012

Raíces.


Hoy tan lejanos,
Tan absurdos,
Sin rostro.
¿Cómo vernos?
¿Cómo expresarnos?
¿Cómo callar todo aquello que decimos
Sin siquiera sentirnos?

Cenizos pétalos marchitos
De rosas que un día fueron azules
Tallos con espinas rotas
Que ya no encuentran su propia flor
¿Raíces?
No, ya no existen las raíces.

Los cimientos fueron aplacados,
El peñasco avanza despiadado e impertinente,
Mi casa a punto de caer,
Ataque directo a la base,
Base que nunca fue base,
Base que creyó ser una base,
Pero que en realidad nunca estuvo en pie.

¿Raíces? Ja, ja,
Que graciosas suenan las raíces,
Solo aparecimos ya florecidos,
Florecidos y cortados,
Ornamentales solamente.
Si alguna vez existieron,
No recuerdo las raíces.
¿Raíces? Ja, ja raíces…

Hoy no queda ni el florero,
Ni la sensación del pasado,
Ya no queda ni un solo recuerdo claro,
Solamente la estadía,
La inevitable coincidencia,
Un papel que cayó de un libro en mis manos,
Y me hizo pensar en las raíces.
Un paso más hacia el olvido,
Un recuerdo ya gastado.

Tan marchita esta tu rosa como mi crisantemo.
No volveremos a envejecer dentro de un mismo florero.
Cristales rotos es esta historia.
Crujientes, brillantes, filosos, hirientes.
Derramados en el piso.
Tal vez junto a las raíces.

Pancho.

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