jueves, 11 de agosto de 2011

Me encontrarás.


En los pasos de las aceras interminables y gastadas.
En la sombra de un árbol viejo al sentarte a descansar.
En las noches sin sueño, y en las canciones de cuna.
En los cuentos de los viejos, en las memorias de niños.
En el azar y hasta en el destino.
Si buscas bien allí me encontraras.

En la mirada melancólica del fracaso al despertar.
En el humo del cigarrillo agonizante en el cenicero.
En la taza de café después de tu último sorbo.
En cada mascara partida en dos.
La fotografía que jamás fue tomada.
En el olor a aquello que nunca supe que es.
En esa oscuridad intrusa que tanto temes.
En las sonrisas de los ojos.
En el secreto de un papel.
Y tal vez hasta en el olvido.
Si la memoria flaquea.
Sin buscar me encontrarás.

Si es que no me encuentras.
Si no quisieras ya encontrarme.
Si la condena fuese no hacerlo.
En la estrecha rendija entre la memoria y corazón.
En el recuerdo olvidado de un lejano adiós.
En un beso en tus manos que nunca se quiso ir.
O en el desdén de una historia que nunca tuvo fin.
No te preocupes si no me encuentras.
Pues siempre me encontrarás.

Pancho.

No hay comentarios:

Publicar un comentario