La esperanza es lo último que debo perder, a veces siento que me preocupo por cosas que no tienen importancia, imagino que el universo tiene una balanza, soy yo quien le pone el peso, si bien es cierto los humanos tomamos nuestras equivocaciones como puntos a favor entre una historia que resguardamos en una caja fuerte, y los éxitos van de la mano con las alegrías que se anteponen a cualquier cimiento que vayamos construyendo. Era tarde y me confundí por la neblina que me brindaba esta noche el cielo, mis ojos ardían como arde el fuego de una hoguera mi piel se estremecía mis manos tan solo querían escribir lo que en ese momento sentía, no todas las cosas que me han pasado últimamente han sido dignas de recordar, pero como toda joven de mi edad contaba aquellas situaciones como hazañas mientras que al otro lado del mundo una persona que yo quería estaba trasladándose hacia una nueva etapa o quizás no solo era eso quizás era una lucha constante por vivir, y esta enfermedad había llegado a su vida una enfermedad que prefiero imaginar que llega por la soledad del alma. no era algo que yo podría comprender porque cuando veía estos casos en las noticias pensé que esto no podría ocurrirme, ni a alguien que yo quería pero hace falta vivirlo para poder comprender la magnitud de esto, no solo piensas que es una persona que quieres, también piensas que es un guerrero que lucha día a día por ver brillar el sol cada mañana, mi familia estaba devastada no por el hecho de que esto sucedía, sino porque no podíamos acompañarla en su dolor, esta enfermedad es lenta y degenerativa, es cruel, y no la puedes controlar, mi abuela es una persona fuerte por lo tanto ella prefería pensar que no tenía nada, día tras día su fuerza aumentaba y todo dependía de un médico, un bisturí, quizás un procedimiento, tal vez la fe. Pensamos que era el tiempo de decir adiós.. pero sabes no debes decir adiós, porque de todas formas todos iremos al mismo lugar, nuestro tiempo no es el tiempo de otros, los otros son aquellos que viven en un universo paralelo, o quizás en otro fragmento de segundos, de minutos, que se yo sobre los minutos, si para mi no son muy importantes por ahora. Vaya que mujer más fuerte, su historia no terminó, pasó por varios procedimientos médicos, quimioterapias, dolor, pero siguió adelante. La noticia nos llegó y fue un alivio saber que ella estaría en nuestro mundo actual por muchos años más, aunque yo sé que cuando las cosas tienen que darse de una manera se dan, y cuando no, algún motivo habrá. A pesar de que ahora ella debe hacer dietas, no comer lo que quiera, debe cuidarse, es una mujer feliz, y es feliz porque luchó, porque a pesar de haber sido víctima de esta enfermedad, no le faltó motivación, ni amor, es por esto que puedo decir que la esperanza no es olvidarse que tienes un problema, es si no encontrar una solución para resolverlo, sé que pierdo mi tiempo en cosas vanas que no me llenan muchas veces, pero este día te dedico mi tiempo a ti. Una persona como yo y una persona como tú.
Dea Ramirez.
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