martes, 24 de mayo de 2011

Reflejo.

Arrancado al espejo mí retrato
Desdibujada la sombra en el charco
Busco, me encuentro, me pierdo
Vuelvo…
¿En dónde?
No lo sé.

Desentierro la esperanza del panteón.
Un recuerdo más al cajón.
Su cerradura jamás sirvió
Desde el olvido siempre volvió.

No se pierde, no muere, tampoco está
Lucha, golpea, desgarra.
Flor marchita guarda su perfume
Mecha encendida.
Estoy…
¿Para qué?
Para seguir.

Recorro mis huellas con un nuevo camino.
Alto al fuego, tregua
Una grieta, un grito, nuevo horizonte estrecho.
Espera un corazón para este pecho.
El vacío late, vida.

Regreso al tacto de lo etéreo.
Sentido a la vista de lo incierto.
No existe, no se palpa, se siente.
Aquí está.
¿Por qué?
¿Por qué no habría de estar? 

Pancho.

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