Sobre la mesa desparramados
El anhelo y el sentido
Bailando el más dulce canto
Con la pluma y el cigarrillo
Las palabras divagantes de corazones furtivos
Mentes razonantes, sonámbulas de ojos vivos
Buscando el encuentro casual con sueños abandonados
Que se tornan realidad entre cantos trasnochados
Vasta madrugada espesa
Ciudad teñida de rubor
Sombra de mirada intensa
A espaldas de un pensador
¿Has visto alguna vez lo que la luna esconde?
¿Has sentido alguna vez que la muerte te pretende?
Podrías sentir a veces que la podredumbre te rodea
Pero deberás ver entre la mierda la mañana que clarea
Palabras buscan oídos y oídos buscan palabras
Cuando se han encontrado al fin se esconden bajo las sabanas
Para tejer telarañas de existencia comprimida en rebeldía
Ajena a falsas oraciones y aplausos de hipocresía
De lo etéreo a lo profundo en una canción
De la realidad al ensueño en un suspiro
Madrugada espesa y sabia expansiva del verso
Locura amante incondicional libertadora del encierro.
Madrugada, locura
Neblina y sueño
Café, cigarrillo
Un canto y un verso.
Pancho.
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